¿Por qué proyectar mal tu imagen podría costarte tiempo y dinero? por Pilar Ortiz

¿Cuántas veces has perdido oportunidades porque no lograste visibilizar todo lo que podías hacer por la empresa o por ese cliente al que estabas asesorando? Esta es una posición en la que todos hemos estado en algún momento y no precisamente porque nos falte cualidades o habilidades para conseguir nuestros objetivo, sino porque no sabemos proyectarnos y diferenciarnos en medio de tanta gente que hace lo mismo. 

Por eso hoy, quiero hablarte de proyección personal, de la forma cómo nos presentamos ante nuestro público, porque sí, tú tienes un público al que llegas e impactas diariamente. 

Tú marca es tu sello personal, es aquello que te diferencia y te hace ser memorable, y no tienes que estar en una posición de celebridad o ser tú el producto para tenerla. Aunque no lo creas, todo el tiempo te estás vendiendo a ti mismo a través de la imagen que proyectas, independientemente del contexto en el que estés. Por eso, construir una marca personal es importante y te ayudará a alcanzar objetivos, entre ellos el éxito profesional. 

Pero no te asustes, no tienes que dejar de ser tú. Al contrario, en este proceso es donde tu personalidad, tu historia y tus experiencias cuentan, porque son los elementos que te llevarán a distinguirte de otros y a ser recordado de una manera positiva por tus clientes o por ese jefe al que le quieres pedir un ascenso. 

Ahora te preguntarás, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empiezo? 

Primero que todo, te invito a reconocer que tu marca personal te sigue a donde quiera que vayas. Por eso, ser consistente entre lo que eres y proyectas es fundamental. No se trata de aparentar, se trata de visibilizar lo que te hace diferente y especial. Para ello deberás enfocarte en lo que realmente quieres e identificarte con ello desde el comienzo. 

Un consejo muy importante es que no pierdas tu autenticidad, no busques ser como nadie más. Tener referentes es positivo, porque nos da herramientas, más no es el objetivo llegar a ser como otros. 

Si quieres ser auténtico, usa tu historia y cuéntala. Hay un tesoro precioso en tus vivencias y lo que eres como persona es el resultado de ellas. Escudriña en tus experiencias y hazlas parte de tu discurso, buscando siempre edificar a otros. A veces resulta tan exitoso hacerlo, que los demás terminan contando tu historia porque se han visto inspirados por ella.  

De esta manera, tu marca personal tendrá impacto. Te abrirá las puertas para que tus clientes, tus jefes, tus colaboradores, etc, piensen en ti como la mejor opción y quieran trabajar contigo. Proyecta lo positivo, identifica las debilidades y trabaja en ella. Deja un legado y alinea tu imagen con tu filosofía de vida y creencias.