No le temas al silencio por Pilar Ortiz

Hay silencios incómodos, ¿cierto? Los reconocemos cuando estamos en conversaciones difíciles o cuando exponen desconocimiento en medio de una presentación. 

Sin embargo, hay silencios poderosos, necesarios, que conectan e inspiran… Abren la puerta a la reflexión, el pensar, el fluir. 

Este es uno de los elementos que enseño para mejorar la efectividad en la transmisión del mensaje. Lo hago porque sé que la comunicación es mucho más que palabras, esta comprende el lenguaje corporal, el tono de la voz, las pausas y silencios. 

Los silencios son muy efectivos, especialmente cuando nuestro mensaje tiene el propósito de hacer pensar e inspirar a la audiencia. 

Te voy a dar un ejemplo: Imagina que estás compartiendo tu historia, una historia cargada de emoción y de una lección valiosa que quieres que quede en el corazón de las personas. Justo cuando llegas a la parte álgida, al clímax de la historia, lo haces con el mismo ritmo y tono del principio, ¿crees que despertará los sentimientos de la audiencia? 

Hagamos la prueba. Lee en voz alta y sin pausas la siguiente frase: “Me recibieron con tres cajas vacías para empacar 11 años de mi vida. Así fue mi salida de Univisión”. Plano, sin emoción, sin espacio para que los oyentes asimilen lo que está pasando. 

Ahora, léelo respetando los silencios: “Me recibieron con tres cajas vacías (pausa) para empacar 11 años de mi vida (pausa). Así fue mi salida de Univisión”. Se percibe diferente, porque ¡hace sentir! Cada espacio de silencio le da la oportunidad a los oyentes de recrear en su cabeza la escena y además vivirla al tiempo. 

Así es como el silencio funciona, no solo con el Storytelling, también en presentaciones de negocios, en ventas y no discrimina temas.

Como comunicadora, te puedo asegurar que saturar de palabras un discurso y para colmo de males a mil por hora, no es efectivo. Decir más en menos tiempo no te va a ayudar, ni le va ayudar al receptor a entender el mensaje mejor. 

Como te mencionaba, la comunicación comprende más que palabras. El silencio también comunica positivamente, porque callar es de sabios, y es un as bajo la manga cuando queremos despertar emociones y hacer pensar a la audiencia.

Cuando en tus presentaciones haces silencios estratégicos, no todo el tiempo y no con todos los mensajes, tienes el poder sobre el ritmo del mensaje y podrás poner a reflexionar a tu audiencia en los puntos claves que tú has escogido. 

No le tengas miedo al silencio. Créeme, te ayudará.