La flexibilidad es parte del éxito por Pilar Ortiz
Por Pilar Ortiz
¿Alguna vez te ha pasado que planeas las cosas para que todo salga perfecto y resulta ser un caos?
A mí me ha pasado muchas veces y he tenido que aprender que la vida es así, impredecible, variable y algo caótica. Pero no te quiero desanimar, al contrario, quiero alentarte a disfrutar el hecho de que no puedes controlarla. ¡Hay belleza allí!
Por ahí he escuchado que las cosas pasan como tienen que pasar, incluso cuando no nos gusta mucho su forma. Y está bien sentirlo así, no nos tiene que encantar la idea de que las cosas no se den como lo planeamos, eso hace parte de nuestra naturaleza humana.
Sin embargo, algo mágico pasa cuando decidimos ver las circunstancias desde una actitud positiva y como aprendizajes que nos hacen mejores. Estoy segura que esa actitud, antes, durante y después del momento de crisis, es de gran ayuda, libera estrés, cargas y preocupaciones. ¡Una maravilla!
Definitivamente hay que hacernos a la idea de que las cosas no se van a dar siempre como esperamos, incluso cuando hay preparación. Ya sea en asuntos personales o laborales, tropezones vamos a tener.
En mi caso, a lo largo de mi vida profesional he tenido que lidiar con situaciones que se salen de mi control y del plan, y no necesariamente grandes cosas, pueden ser pequeñeces como que el internet me falle en medio de una presentación virtual o que el vuelo para llegar a una reunión importante se retrase.
Parte de mi filosofía de vida es la flexibilidad, de hecho digo siempre que la flexibilidad es parte del éxito. Debemos aprender a ser flexibles con las situaciones y con la perfección. Algunas veces las cosas fluirán perfectamente, otras no, por lo que deberás ceder al cómo se presentan las circunstancias y adaptarte a ellas con creatividad. Siempre hay una solución y si no la encuentras, no importa, las cosas pasan y habrás ganado una lección mucho más valiosa.
Ahora, quizás leas esto y pienses: “Suena muy bonito, pero, ¿cómo lo llevo a la práctica? ¿Cómo soy flexible cuando las cosas están fuera de control?
Lo primero que te puedo recomendar es: Respira profundo. Si olvidas respirar por el afán, vas a tener otro tipo de problemas. Conozco gente que se paraliza mental y físicamente.
Haz una pausa en medio del agite y recuerda que las fallas externas ocurren, que no eres la única persona que las tiene que enfrentar y que tampoco te definen a ti o tu trabajo. A veces nos preocupamos más por lo que dirán los demás, que por la situación en sí. ¿Qué dirán si no alcanzo a llegar al evento por culpa del avión? o ¿qué dirán si en medio de la presentación virtual se me va el internet?
Quizás digan algo y quizás sea importante su opinión. Pero definitivamente, en medio del problema, no necesitas ese tipo de pensamientos, ¡necesitas las soluciones! y las ideas no fluyen con mucha libertad mientras estás bajo el estrés y la tensión. Por eso, respira, cuida tus pensamientos y enfócate en lo que sí puedes controlar.
Blog anterior
Tres claves para empezar a visibilizarte como empresaria por Pilar Ortiz